La diabetes gestacional se desarrolla cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina, una hormona que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, para satisfacer las crecientes demandas del embarazo. Esto puede conducir a niveles altos de azúcar en la sangre, lo que puede causar problemas tanto para la madre como para el bebé. 

La diabetes gestacional generalmente se desarrolla durante el segundo o tercer trimestre y, a menudo, se resuelve después de que nace el bebé. Sin embargo, las mujeres que han tenido diabetes gestacional corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.

Síntomas de la diabetes gestacional

La diabetes gestacional a menudo no causa síntomas perceptibles, razón por la cual las pruebas de detección de rutina son esenciales durante el embarazo. En algunos casos, las mujeres con diabetes gestacional pueden experimentar síntomas leves, como:

1. Aumento de la sed: los niveles altos de azúcar en la sangre pueden provocar deshidratación, lo que provoca un aumento de la sed.

2. Micción frecuente: el aumento de la sed y la ingesta de líquidos puede provocar orinar con más frecuencia.

3. Fatiga: los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden causar fatiga, aunque esto también se caracteriza por ser un síntoma común del embarazo en general.

4. Visión borrosa: los niveles altos de azúcar en la sangre pueden hacer que se acumule líquido en el cristalino del ojo, lo que provoca una visión borrosa.

5. Aumento del hambre: algunas mujeres con diabetes gestacional pueden experimentar un aumento del hambre, aún después de comer.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden atribuirse a los cambios normales del embarazo, lo que dificulta la identificación de la diabetes gestacional basándose únicamente en los síntomas. Es aquí donde los exámenes de laboratorio pueden ser de especial utilidad.

La importancia de un seguimiento de la diabetes gestacional

Debido a que la diabetes gestacional a menudo no causa síntomas perceptibles, las pruebas de detección de rutina son cruciales para la detección y el control tempranos. 

La mayoría de los proveedores de atención médica evaluarán la diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28 del embarazo mediante una prueba de tolerancia a la glucosa. Si tiene un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, su proveedor de atención médica puede recomendarle una prueba de detección más temprano en su embarazo.

Si le diagnostican diabetes gestacional, el manejo adecuado es esencial para reducir el riesgo de complicaciones, tanto para usted como para su bebé. Esto puede incluir:

• Monitoreo de sus niveles de azúcar en la sangre: le enseñarán cómo controlar sus niveles de azúcar en la sangre con regularidad y establecer rangos objetivo para ayudarlo a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre.

• Comer una dieta balanceada: un dietista o nutricionista puede ayudarle a crear un plan de alimentación balanceado que se centre en granos integrales, proteínas magras, frutas y verduras.

• Mantenerse físicamente activa: la actividad física regular puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control. Siempre consulte con su Ginecólogo antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicios durante el embarazo.

• Medicamentos o terapia con insulina: en algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos o terapia con insulina para ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre durante el embarazo.

Al comprender los síntomas y los factores de riesgo asociados con la diabetes gestacional, puede trabajar en estrecha colaboración con su médico para mantener un embarazo saludable y minimizar el riesgo de complicaciones.

En Centro Médico San Luis, tenemos a su disposición la atención médica y los exámenes de laboratorio para mantener un embarazo saludable. ¡Visítenos!