Radiografías durante el embarazo: Lo que necesita saber

El embarazo pone en marcha priorizar la salud y el bienestar de la madre y el bebé. Es necesario el uso de imágenes diagnósticas, ante la duda, responderemos en este artículo.

Los rayos X son una forma de radiación ionizante utilizada para crear imágenes de las estructuras internas del cuerpo. Permiten detectar cuerpos extraños o anormalidades en el funcionamiento de distintos órganos, por lo que su uso está muy difundido y resultan especialmente útiles durante los tratamientos médicos.


¿Cómo funcionan los rayos X?

Los rayos X pasan a través del cuerpo y son absorbidos en distinta medida según la densidad del material que atraviesan: Los materiales más densos (como los huesos) los absorben en mayor cantidad, por ende, se observan de color blanco en la imagen; mientras que el aire de los pulmones, la grasa o los músculos, se visualizan en tonos negros o grises.


Como sucede con otras formas de radiación ionizante, la exposición a los rayos X sin tomar las medidas adecuadas, de forma prolongada y constante pueden incrementar el riesgo de cáncer.


Sin embargo, el nivel de radiación utilizado en la mayoría de las radiografías es tan pequeño, que los riesgos reales son muy bajos.


Si estoy embarazada, ¿qué debo tomar en cuenta al realizarme una radiografía?

Siempre que se vaya a realizar una radiografía o pasar por un control de rayos X, es importante notificar que está embarazada o sospecha que puede estarlo.


Esto permite extremar medidas de prevención y preservar al máximo la seguridad del bebé; ya que al igual que con el alcohol y algunos medicamentos, éste es sensible a los efectos de las radiaciones.


Si necesita una radiografía durante el embarazo, nuestros especialistas en atención médica le apoyarán en el mejor curso de acción.


Algunos factores que se consideran para la recomendación, incluyen:


  • La urgencia de la prueba: Si la radiografía es crucial para diagnosticar una afección potencialmente mortal o guiar las intervenciones médicas necesarias, se considerará como prioridad vital.


  • La etapa del embarazo: El feto es más vulnerable a la exposición a la radiación durante el primer trimestre, cuando se están desarrollando los órganos; por ende, no se recomienda en esta etapa. A partir de la semana 20 de embarazo, el bebé ya está completamente desarrollado y es más resistente a los efectos de las radiaciones, por lo que pudiera considerarse como una opción. 


  • El tipo de radiografía: Algunos exámenes de rayos X, como las radiografías dentales o las radiografías de tórax, implican una exposición mínima del área abdominal y se consideran relativamente seguros durante el embarazo. 


Sin embargo, otras radiografías como las radiografías pélvicas o de cadera, las de la región lumbar, estudios de la vesícula biliar y la vejiga, los estudios de enema, serie gastroduodenal y pielografía, entre otros, pueden presentar un mayor riesgo ya que se practican cerca del área abdominal.


Su médico podrá sugerir otras alternativas diagnósticas como ultrasonidos o imágenes por resonancia magnética, según el caso.



Consejos para garantizar exámenes de rayos X seguros durante el embarazo


  1. Informe a su médico especialista: Informe siempre a su médico si está embarazada o sospecha que puede estarlo, antes de someterse a cualquier procedimiento médico por imágenes.


  1. Utilice protección adecuada: Se pueden usar delantales de plomo u otros dispositivos de protección para proteger el área abdominal y reducir la exposición a la radiación del feto en desarrollo.


  1. Limite la exposición a la radiación: El técnico prestará especial cuidado para minimizar su exposición a la radiación lo más que pueda, utilizando la dosis más baja posible y limitando la cantidad de imágenes de rayos X tomadas.


Nuestros especialistas trabajarán en conjunto con usted para garantizar la atención más segura posible para su bebé en desarrollo. ¡Estamos para servirle!

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